Hoy mi vida se colma de un gozo increíble, los pensamientos vuelan por mi mente sobre las cosas que son parte de ella y simplemente no puedo evitar una sonrisita en mi boca durante mi relato.
La vida nos presenta tantos matices, aventuras y caras que a veces es difícil discernir cuando sonreír, llorar o gritar… Yo, me alimento del vivir quiero recibir la vida con los brazos abiertos en espera de lo mejor.
Durante estos días he pensado tanto el porque de las cosas y el como de mis situaciones pero reniego como niño malcriado, revolcándome de ira por la vida sin pensar en lo maravilloso que es el vivir. Ahora me encuentro en los aires, extrañando a todos aquellos que hacen mi vida feliz, ellos siempre presentes, sin saber cuanto los amo. Porque nunca lo decimos, ¡TE AMO! ¿Que difícil es? ¡Nada!
Por ello he llegado a muchas conclusiones y me rehúso al no vivirlas: Amor, gozo, Dios, amigos, felicidad… ¿Cuando fue la última vez que vieron a alguien silbando por la calle? ¿O gente saludándose simplemente porque si, sin ataduras, sin hipocresías?
No se si entenderán lo que escribo, pero como sabrán mi espíritu periodístico cuasi-escritor no me deja estar tranquilo, vivo, respiro y me alimento de la vida y no me es permitido dejar pasar estas experiencias sin al menos contármelas a mi mismo, al menos en este mundo mío.
¿Razón? ¿Sentido? No se simplemente me considero en estos instantes como un pensador viajero y un pensador de los vientos, que no se permite doblegarse por ninguna amargura pasajera…
Saludos!
Chinito del Barrio
La vida nos presenta tantos matices, aventuras y caras que a veces es difícil discernir cuando sonreír, llorar o gritar… Yo, me alimento del vivir quiero recibir la vida con los brazos abiertos en espera de lo mejor.
Durante estos días he pensado tanto el porque de las cosas y el como de mis situaciones pero reniego como niño malcriado, revolcándome de ira por la vida sin pensar en lo maravilloso que es el vivir. Ahora me encuentro en los aires, extrañando a todos aquellos que hacen mi vida feliz, ellos siempre presentes, sin saber cuanto los amo. Porque nunca lo decimos, ¡TE AMO! ¿Que difícil es? ¡Nada!
Por ello he llegado a muchas conclusiones y me rehúso al no vivirlas: Amor, gozo, Dios, amigos, felicidad… ¿Cuando fue la última vez que vieron a alguien silbando por la calle? ¿O gente saludándose simplemente porque si, sin ataduras, sin hipocresías?
No se si entenderán lo que escribo, pero como sabrán mi espíritu periodístico cuasi-escritor no me deja estar tranquilo, vivo, respiro y me alimento de la vida y no me es permitido dejar pasar estas experiencias sin al menos contármelas a mi mismo, al menos en este mundo mío.
¿Razón? ¿Sentido? No se simplemente me considero en estos instantes como un pensador viajero y un pensador de los vientos, que no se permite doblegarse por ninguna amargura pasajera…
Saludos!
Chinito del Barrio
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